Descripción
En 2012, Angèle Ciza y una amiga decidieron comenzar un proyecto dentro del mundo del café. Para ello adquirieron varias estaciones de lavado y establecieron relaciones comerciales con los productores, buscando así la manera de procesar los mejores cafés del país.
Hoy en día podemos decir que su idea fue un éxito, ya que su empresa, Kalico, de la que ya es la única propietaria, es sinónimo de café de especialidad de Burundi. Poniendo gran énfasis en la formación, en la creación de viveros y en el pago de precios justos a los productores por sus cosechas, la calidad de los cafés producidos por Kalico y sus colaboradores ha ido mejorando continuamente. Esto ha permitido invertir gran parte de los beneficios en protección medioambiental, microcréditos, infraestructuras y programas sociales, tales como la escolarización infantil,
principalmente de niñas.
Este café, que parte de la idea de combatir la pobreza integrando a las mujeres de Burundi en su producción, nace de la colaboración entre Kalico, Phyllis Johnson, de BD Imports, y RGC Importers.
Podemos afirmar que no sólo representa la calidad de los cafés que Burundi puede ofrecer, sino que también muestra el grado de liderazgo y perseverancia de Ciza, cuyo ejemplo ha servido como fuente de inspiración a numerosas mujeres productoras, que hoy en día poseen casi el 80% de las fincas del país.
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